Para empezar a hacer esta tosta comenzamos por picar el pulpo en trozos muy pequeños, intentando que todos tengan un tamaño similar.

En un bol mezclamos aceite, vinagre y sal y emulsionamos. A continuación añadimos el pulpo y las verduras y mezclamos. Rectificamos de sal y lo reservamos.

Es el momento de limpiar el aguacate, ponerlo en un tazón y añadirle una pizca de comino en polvo, una ramita de cilantro picado y sal al gusto. Mezclamos hasta crear una crema.

Tostamos las rebanadas de pan y colocamos encima el salpicón, que a su vez irá cubierto del aguacate. 

Hace unos meses decidí visitar Galicia, la tierra de mis abuelos. Nunca había estado allí y lo cierto es que tenía curiosidad por conocer esos paisajes de los que tanto me hablaban, sus cielos, el verde de sus campos, quería escuchar el delicioso acento con el que identificaba a mi abuela. Estuve todas las vacaciones viajando, recorriéndome las capitales, descubriendo sus aldeas. Me bañé en sus rías y hasta me atreví un día a mariscar, todo un arte tan complejo como interesante. 

Fue una de las mejores experiencias de mi vida, una dura tarea que me ayudó a entender mejor a la gente del lugar, su amor por ese mar, por el fruto de su esfuerzo... Y sí, puedo confirmar que el marisco gallego hace honor a su fama. Cocimos parte de lo recogido e hice para todos un salpicón con lo que los hombres llevaron a la lonja.

Llegué tan cansado que pasé todo el día siguiente encerrado en la habitación del hotel, bebiendo Coca-colas, siempre frescas y reconfortantes, y tostas de salpicón de pulpo que preparé con aquellas mujeres antes de regresar. 

Prometí volver y lo haré, pero esta vez para hacer el camino de Santiago a pie. 

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